¿Compras compulsivamente? Identifica este problema y aprende a solucionarlo; ya que de acuerdo con estudios realizados sobre el tema, afecta a un amplio porcentaje de la población del mundo, especialmente en épocas como navidad o durante las rebajas del Black Friday.
¿Qué es una compra compulsiva?
La compra compulsiva cuenta con una característica primordial, que es precisamente un intenso deseo por adquirir un objeto que no es necesario o como algo que el consumidor no puede controlar, aunque luego de efectuar la transacción, recapacite, pensando que en realidad no era lo que quería.
En pocas palabras, a muchos seres humanos una compra compulsiva les alivia su tensión y les genera placer, incluso alimenta su deseo de competencia al considerar que el tiene lo que otros no han podido adquirir, lo que le convierte en un comprador exitoso.
¿Cómo saber si eres un comprador compulsivo y solucionarlo?
Existen algunas señales que te permitirán identificar si eres un comprador compulsivo:
- Sufres problemas de ansiedad, autoestima o tristeza y sientes que al comprar llenas el vacío que te ahoga. Precisamente estas sensaciones activan tu adicción a las compras, tras las cuales tu satisfacción y bienestar desaparecen rápidamente.
- Utilizas las compras a modo de terapia, pues crees que esto cambiará tu estado de ánimo. Quizás esto te haya sido inculcado desde la infancia, pero debes aprender a comprar si realmente quieres contar con emociones positivas y nunca hacerlo de forma impulsiva.
- Gastas más dinero del que cuentas en tu presupuesto. Lo más seguro es que estés viviendo por encima de tus posibilidades, tengas que pedir prestado o sacar créditos para cancelar puntualmente tus deudas. No trates de abarcar más de lo que puedes, analiza si realmente necesitas adquirir algo antes de endeudarte para el resto de tu vida.
- No le das valor a lo que adquieres, sencillamente compras para tenerlo aunque nunca lo disfrutes. Si el acto de comprar te fascina y te proporciona una sensación placentera, debes reconocer que en muchas ocasiones no te sientes atraído por lo que adquieres, es poco útil o quizá ni lo necesitas.
- Con frecuencia mantienes en secreto tus compras para que los miembros de tu familia no se enteren en qué estás gastando tu dinero. Sin duda es una medida que utilizas para justificar tus actos o esconder tu adicción de comprador compulsivo.
- Sientes remordimientos luego de efectuar una compra e incluso tratas de devolver lo adquirirlo o utilizarlo para un regalo. Esto, sin duda, es una señal de que eres un comprador compulsivo y para aliviar tu arrepentimiento buscas excusas con las cuales justificar el gasto de dinero.
Sabemos que ser un comprador compulsivo puede acarrear dificultades familiares y económicas, pero se trata de una adicción que afecta a infinidad de seres humanos que requieren orientación para controlar esta obsesión.
Especialmente en un mundo donde somos bombardeados con campañas publicitarias desde que nos levantamos, al recorrer las calles nos incitan a vestir determinada marca o consumir un producto en particular.
Más aún, no señalan que para ser populares y estar al día es preciso vestir al estilo de moda, usar el coche de última generación, portar el móvil más sofisticado del mundo y llenarnos de cosas que realmente no son necesarias para el buen vivir.
Comprar es necesario, siempre y cuando sea bajo cierta medida, administrando adecuadamente el presupuesto y adquiriendo solo aquello que realmente nos proporcionará un beneficio o placer duradero.
Es difícil diferenciar el simple gusto ocasional por comprar algo de una adición a las compras, pero tomado en consideración los puntos que te hemos indicado anteriormente, puedes determinar si eres un comprador compulsivo o no.